domingo, 17 de agosto de 2014

Alianza entre la casa Lannister y la casa Greyjoy.

Para este rol, se requieren a varios personajes con cierta urgencia: Tywin Lannister y Asha Greyjoy, puesto que son los únicos miembros de las familias implicadas que no tienen user aún. (Recordemos que Joffrey Baratheon está vistiendo el negro en el Muro, por lo que no podría participar en esta subtrama, al igual que tampoco podrían hacerlo Myrcella y Tommen que se encuentran en Desembarco del Rey como pupilos del Rey Stannis).

Para entender el por qué de la alianza existente entre las dos casas, la de Occidente y la de las Islas, hay que remontarse al inicio del reinado de Stannis.

Los Lannister (como se explica en el apartado de Historia de los Siete Reinos) son exiliados a Roca Casterly, despojados de esa forma del Trono de Hierro y, por lo tanto, de Desembarco del Rey. Lord Tywin Lannister, herido en su orgullo, decide hacerle frente al Rey Stannis, intentando alzar tropas para enfrentarse al poder del nuevo monarca y su ejército que cuenta con la bendición de R'hollr de mano de Melisandre de Asshai, pero el hecho de que sus nietos se encuentren como rehenes del nuevo rey, le obliga a mostrarse taimado y silencioso.

La llegada de los hermanos Tyrell a la Roca, hacen que Tywin cuente al menos con parte del poder de Altojardín, pues había algunos que aún seguían a Ser Loras. Mas no es suficiente si pretende tomar Desembarco, devolverle la jugada a Stannis y rescatar a sus nietos de las garras del Rey.

La ayuda llega a Tywin cuando Asha Greyjoy pone un pie en el castillo de los Lannister, portando un comunicado en el que Balon Greyjoy, Señor de las Islas del Hierro, le afirma que contará con los hijos del Hierro, únicamente si admite que él, Balon, es el Rey de las Islas.

sábado, 16 de agosto de 2014

El Muro

Los Siete Reinos.

Tramas.

Esta página dentro del Blog es para indicaros las diferentes tramas (quitando la trama principal que narramos en el apartado de Historia) que podéis encontrar en #SpanishGoTFakes.

TODOS los personajes pertenecientes al rol, están invitados a participar en las diversas tramas (primaria y secundarias), hablando siempre con el personaje que lidere la misma, el cual dejaremos junto al nombre de la trama al principio de la publicación.



ESSOS

Ataque a Eddard Stark (Rol editado)

Hacía cerca de diez días que habían partido de Desembarco del Rey, y tan sólo dos que habían dejado atrás las tierras pertenecientes a la Corona.

Eddard Stark era el que había encabezado la marcha en todo momento, a lomos de su semental. A su lado, disputándose su derecha y su izquierda, respectivamente, se encontraban su hija pequeña, Arya Stark y el bastardo de su buen amigo Robert, Gendry. Tras ellos, montadas en dos hermosas yeguas, estaban su hija mayor, Sansa Stark, y la septa Mordane. En la retaguardia, marchando al mismo ritmo que ellos, se posicionaban la guardia real que el Rey Stannis Baratheon, primero de su nombre, Rey de los ándalos y los primeros hombres, Rey de los Siete Reinos y protector del mismo, había mandado para que los acompañara en tan largo viaje.

Eddard fue el primer sorprendido cuando un soldado, con la capa hondeando a sus pies al caminar, penetró en la sucia estancia en la que se encontraba encarcelado e incomunicado y le decía que era libre. Lo primero que pensó fue que Cersei Lannister había huido junto a sus hijos, cosa que él mismo le había dicho que hiciera, si no quería que contara su secreto más oculto a su esposo. El guardia sólo se dedicó a decirle que el Rey Stannis lo aguardaba. “¿Rey Stannis? ¿He oído bien?”, es lo que se preguntaba a sí mismo mientras seguía al capa dorada hasta la sala de trono, dónde pudo comprobar por sus propios ojos que sí había escuchado bien.

En el Trono de Hierro, se encontraba el único hermano con vida de Robert, el antiguo Rey de los Siete Reinos, luciendo una corona del color del acero cuando este se encuentra en la forja, haciendo que su tez se viera más pálida aún. Justo cuando Ned divisó a sus dos hijas, sanas y salvas, a uno de los lados del nuevo regente, hincó la rodilla en el suelo, sintiendo un ramalazo de dolor en la herida que no había acabado de sanar, y le juró lealtad.

Ned no hizo preguntas, ninguna, pero en Desembarco del Rey todo se acaba sabiendo. Stannis Baratheon había conseguido el trono después de, según contaba las malas lenguas, matar a su hermano pequeño contando con la ayuda de la que ahora era su Mano, Melissandre de Asshai. Le había quitado el Trono de Hierro a Joffrey como si se tratara de una espada y lo había mandado a servir al Muro como un hermano juramentado de la Guardia de la Noche. Al resto de los Lannister, los había desterrado a Roca Casterly, exceptuando a Myrcella y a Tommen, a quienes acogió como pupilos. Eddard pensaba que más que pupilos, los jóvenes Baratheon-Lannister eran “rehenes” para asegurarse, de esa forma, que Lord Tywin permanecía quieto en su roca.

Al llegar al puente que cruzaba el Forca Azul y partía el sendero en dos: uno que conducía al Norte y otro que seguía hasta Nido de Águilas, Lord Stark detuvo su montura y esperó a estar a la altura de la guardia real para poder decirles que podían volver junto a su Rey, que ellos podían seguir solos. Con amables palabras de despedida, los capas doradas se dieron la vuelta para regresar a Desembarco del Rey, mientras Eddard y sus acompañantes cruzaron el Forca Azul para después tomar el sendero del Norte, pasando así por el Tridente.

El ocaso empezaba ya a desvanecerse de los cielos para dejar paso a una oscura noche. Gendry iba a lomos de su montura alazán, de paso firme y elegante. A pesar de la lujosa silla de montar, ya notaba las horas de marcha en toda su espalda y posaderas. “¿Acaso se puede ir más al Norte?”. Además, tampoco es que la travesía fuese muy entretenida. Canturreos de Arya, riñas por parte de su septa, y conversaciones vacuas y dignas de toda una señorita educada por parte de Sansa.

Para la mayor de las Stark, el viaje se estaba haciendo eterno. No era que le desagradara un paseo a lomos de su hermosa yegua de capa palomina, lo que detestaba más bien era el largo camino que le esperaba. Los caminos olían a estiércol debido fundamentalmente a las pasadas lluvias que habían dejado lleno de barro todo aquel camino.

No podía dejar de resoplar ante las continuas canciones e interrupciones inoportunas y, desde luego, para nada propias de una dama, que salían de la boca de su hermana pequeña, Arya.

- ¿Cuántas horas nos esperan por delante?- Suspiró agotada prácticamente para sí.

La septa Mordane estaba sintiendo el paseo en cada hueso de su cuerpo. Era un camino largo, más para una mujer de su edad, ella sólo quería alcanzar Invernalia y centrarse en sus modestos quehaceres, como educar a la pequeña Stark. Era un hueso duro de roer, que no dejaba de molestar en el viaje. Nada comparado con su hermana Sansa, una muchacha digna de su nombre. Pero el viaje era largo para todos, y se notaba en el rostro compungido de la anciana.

- Mi señor Stark, tal vez podamos hacer una pausa en una posada. Esta anciana pronto no podrá mantenerse sobre el caballo.

Arya, la incontrolable, miraba a su alrededor mientras tarareaba una canción que había oído cantar a un bardo la noche anterior en una posada que había junto al Camino Real. Cuando pasaron por el río, espoleó su caballo para colocarse al lado de Gendry y de su padre.

- Paremos, paremos. Nymeria no puede andar muy lejos, seguro que me está buscando. Seguro que me echa de menos.- Dice mirando al chico y el perfil de su padre, serio como siempre.

A los alrededores, una capucha negra como el cielo de la incipiente noche cubría el rostro de uno de los atacantes, manteniendo su faz cubierta entre tinieblas.

Cuando se escucharon las primeras voces en la lejanía, acompañadas con las pisadas de los caballos y sus relinchos, hizo una señal con su diestra a su compañero, oculto entre unos matorrales al otro lado del Camino Real. “Ya viene”, acarició la cuerda de su arco, como si de un laúd se tratara y se colocó es posición de tiro, apoyado en la roca que le ayuda a ocultarse, preparado para cubrir de sangre sus flechas, y quitar la vida al traidor en cuando estuviera a tiro.

A la señal de su compinche, sólo sigue el sonido del metal que envuelve el puño que abraza la empuñadura de la espada del segundo asaltante, cerrándose. El filo oculto en las sombras que le guardaban no brilla. La compañía que se acercaba no parecía alertada de ningún peligro. Ni los más remotos. Aguarda en silencio, dejando que le envolviera la calma. La calma que precede al ataque.

Eddard desvió la mirada cuando escuchó los comentarios de la septa y sus dos hijas.

- Había considerado oportuno resguardarnos esta noche en la posada de la Encrucijada, la que se encuentra en el Tridente.- Le aclaró a la anciana, mirando el rostro de su hija pequeña.- Ya has oído, Arya, no tenemos tiempo para buscar a tu loba huargo ahora, quizás mañana al alba, si te despiertas con hora.- Añadió, pues sabía que a la pequeña se le pegaban las sábanas.

Con el rabillo del ojo, observó a Sansa, la cual parecía cansada, y a Gendry. ¿Por qué se había llevado a Gendry con su familia? Principalmente, para protegerle, era el hijo de Robert, su primogénito, y debía de saber la verdad, pero no ahora. Todo llegaría a su tiempo.

- ¿Has oído, Lady Arya?- Cuestionó Gendry en un susurro con un tono burlón mirando a la niña.- Pronto estarás rodeada de sábanas de seda y sirvientas.- Una carcajada surgió de entre sus labios. A decir verdad, deseaba llegar cuanto antes a la posada, apenas sabía cabalgar lo suficiente como para dar un paseo, así que jamás había montado durante tanto tiempo. Se colocó correctamente en la silla como ya había hecho media docena de veces en la última media hora, y se obligó a sonreír a Arya.- Si queréis, mañana os acompaño a buscar a esa loba vuestra, milady.

Lady Sansa miró de reojo a su hermana y al joven, demostrando que no tenía interés ni ganas de buscar a la huargo, aunque realmente no deseaba saber nada sobre cualquier lobo, pues aún sentía un terrible dolor en su corazón tras la muerte de Dama. Deseaba tanto como ninguno alcanzar la posada y poder deshacerse de su corsé, cepillarse el cabello y descansar en un cómodo y caliente lecho.

- ¿Acaso somos forajidos? ¿Por qué el Rey no nos ha proporcionado un carruaje propio de una familia destacable como nosotros?- Se quejó la joven a la vez que hacía una mueca en señal de que comenzaba a encontrarse incómoda.

La septa frunció el ceño con desdén. No le gustaba la forma con la que Gendry le hablaba a Arya, como una igual, a pesar de tener supuestamente sangre real, no dejaba de ser un bastardo. Sin embargo, prefirió no montar un escándalo, y más si tenía que sermonear a un joven sin modales. Bastante tenía con Lady Arya. Y esos lobos, criaturas sucias y sin modales como eran. La anciana prefirió no mencionar nada sobre su posición acerca de la bestia, sabiendo que tenía las de perder. Suspiró, sin ver el momento de bajar del caballo.

- Lady Sansa, no es propio de vos hablar con esas formas. El rey Stannis ha sido muy amable al proporcionarnos una escolta, y sus motivos tendrá para no ser más caballeroso con nosotros.- Sentenció.

La pequeña Stark bufó al escuchar a su padre. No podría aguardar al día siguiente. Aún recordaba cómo había echado a Nymeria aquel día, le había tenido que tirar piedras para que huyera y, de esa forma, los Lannister y su Perro no la capturaran. No sabía dónde podría estar y eso la ponía nerviosa y triste. Hizo una mueca cuando Gendry la denominó como “lady Arya”.

- No me llames así, cabeza de toro.- Aunque a sus siguientes palabras, asintió, esbozando una sonrisa. Era la única que se sentía cómoda cabalgando.- De acuerdo, pero te tienes que levantar temprano. La septa Mordane puede despertarte.

Paso tras paso, lo que no eran más que sombras dibujadas en el horizonte, fueron tornándose en figuras con vida propia a la vista de los asaltantes.

El que portaba el arco no tarda en distinguir al esbelto Eddard Stark, que rezumaba a norteño incluso a distancia. Sin embargo, su arco se dirige hacia la mujer ataviada con vestimentas de septa. Su compinche le prometió dos venados de plata si acertaba a la vieja religiosa en pleno corazón, y si conseguía que se orinara en sus prendas interiores antes de yacer muerta. Tensó el arco y colocó en él una de las flechas de ganso del carcaj, mantuvo la respiración unos segundos, y la lanzó soltando la cuerda.

La saeta fue directa a la grupa de su yegua. No tardó siquiera un instante en volver a cargar el arma, y disparar una nueva flecha, esta vez, directa a su órgano vital, esta vez, mortal.

Todo pasa demasiado rápido para que la anciana pueda reaccionar. Al momento una flecha surcó el aire, alcanzado a la montura de la septa, que no pudo controlarla y se alzó sobre sus cuartos traseros. Es en ese instante cuando una segunda saeta surcó el cielo, veloz, y atravesó el pecho de la anciana.

Su compañero oyó el silbar de las flechas prometidas, pero no se detuvo a ver si su certero acompañante ganaba la apuesta o no. Sin hacer más ruido que el de sus botas al pisar la gravilla del camino, les salió al paso. Aunque fueran a caballo, las monturas que pronto se encabritan, no le preocupaba.

Blandiendo su espada, se acercó deprisa, dispuesto a atacar sin piedad a su objetivo. Estratégicamente, salió por el lado en el que la hija pequeña abría la marcha y, justo detrás, la hermana acompañaba a la septa. Pudo ver al hombre del que le habían hablado, mas sus hijas caerán primero. Alzó la espada al acercarse a sus monturas.

La septa intentó inspirar hondo, pero su pecho duele y el aire no llenó sus pulmones. Cayó al suelo, sintiendo el crujir de sus huesos artríticos al romper, y poco a poco los ojos abandonan la poca vida que le quedaba a la mujer, mostrándose opacos, fríos y serios. Una triste imagen reflejo de lo que la mujer había sido en vida.

El sonido que hace la saeta, hizo que Eddard detuviera su montura, dejando de escuchar la charla entre su hija y el joven bastardo. No tardó en localizar al intruso, cerca de Arya, por lo que bajó de su montura mientras desenvainaba a Hielo, que colgaba inerte en su cinto.

- Gendry, sacad a las niñas.- Le pidió al muchacho antes de acercarse a zancadas al ecapuchado para hacerle frente. Ambos aceros se encontraron, mas Eddard no dio un paso en falso en ningún momento, sino que atacó a ese hombre, si podía denominarlo de tal forma.

El muchacho tardó unos instantes en caer en la cuenta de qué estaba sucediendo a su alrededor. Pero cuando lo hizo, Gendry saltó del caballo cayendo de pie en tierra firme. Desenvainó su espada corta de acero y corrió tanto como pudo hacia las niñas con la intención de protegerlas.

En la carrera, sus ojos buscaban el origen de las saetas. El arquero no debía estar lejos y este era más peligroso que el de la espada. Porque él no era más que una sombra, y las sombras son letales, tal y como había demostrado el nuevo Rey en la batalla del Aguasnegras.

Por un momento, Sansa quedó paralizada. No entendió que ocurría a su alrededor hasta que vio como la Septa caía al suelo. Asustada, bajó del caballo inmediatamente, para arrodillarse junto al cuerpo inerte de la anciana. Sus ojos, empañados en lágrimas, reflejaban el miedo que comenzaba a recorrer su cuerpo. ¿De verdad estaba ocurriendo aquello? ¿La septa había muerto?

No podía creer que aquel aburrido camino se hubiera convertido en la locura que acababa de comenzar. Estaban siendo atacados, pero una dama como ella no sabía cómo reaccionar. Así que se quedó paralizada allí, junto al cuerpo frío de la anciana. Inmóvil.

Arya bajó de su caballo cuando vio a Gendry desmontar del suyo. Colgada en su correspondiente vaina, tenía a Aguja, la cual no tardó en sacar. Corrió junto a Gendry, buscando más asaltantes para demostrar sus dotes como bailarina del agua. “Tranquila como las aguas en calma”, se recordó mentalmente.

Justo en ese momento, la pequeña Stark llegó a la altura de su hermana y vio el cadáver de la septa. “El miedo hiere más que las espadas, el miedo hiere más que las espadas”, se repitió mentalmente, pero su pequeño cuerpo estaba dominado por el pánico.

En un movimiento frenético, el dueño del arcó corrió para cubrirse tras otra roca que mejoró su ángulo de tiro. Vio a su compinche luchar a espada contra Eddard Stark, pero de este sólo veía la espalda. Colocó otra flecha de ganso en la cuerda tensa, retuvo una bocanada de aire en sus pulmones y la lanzó. “Que el jabalí se quede con sus colmillos y el oso con sus zarpas, no hay nada tan mortífero como una pluma de ganso gris”, pensó.

El acero de las espadas entrechocaban. El espadón de Eddard pesaba tanto que los brazos del segundo encapuchado debían hacer una fuerza sobrehumana para mantener parado su filo. Consiguió apartarlo con una ráfada de fuerza pasajera y se estiró para volver a atacar.

El sudor perlaba la frente del norteño estocada tras estocada. Un choque de acero más y Eddard desvía la trayectoria de la espada del asaltante, haciendo que el arma del mismo cayera al suelo. No le tembló el pulso a la hora de atravesar el abdomen del hombre con Hielo. Pero justo en ese momento, sintió cómo si se hubiese atravesado a sí mismo. La flecha, lanzada por el otro asaltante, se hundió en su espalda, a la altura de donde se hallaban sus órganos vitales. El espadón resbaló de sus manos mientras él mismo caía de rodillas. Sus ojos, visiblemente cansados, buscaron a sus hijas y al muchacho.

Gendry corrió hasta el cadáver de la septa seguido por Arya. Una vez estuvo de pie frente a él y tras ver que el cuerpo ya estaba inerte y vacío de vida por completo, agarró por el brazo a Sansa con brusquedad, obligándola a levantarse. Gendry tiró de ella y de Arya hasta unos arbustos cercanos al camino que ocultaban su situación al arquero. No podía permitir que nada malo les pasara a las niñas.

La dama se sobresaltó cuando notó que alguien le agarraba por el brazo. Por un momento cerró los ojos, aterrada, pensando que sería uno de aquellos bárbaros. Afortunadamente, no tardó en darse cuenta de que se trataba del joven que les acompañaba en el viaje. Así pues se dejó llevar por aquellos fornidos brazos que tiraban de ella insistentemente, sin dejar de mirar por un momento al cuerpo sin vida de aquella anciana que se había encargado de su educación desde que ella tenía uso de razón.

Arya se movía, intentando escapar del agarre del joven, mas de nada sirve, por lo que optó por quedarse quieta y permitir que la condujera hacia los matorrales.

- ¿Y padre?- Cuestionó, dándose cuenta, de repente, de que faltaba a su lado. Ladeó la cabeza para poder buscarle y un gritó surgió de sus labios al verle hincado de rodillas y con la saeta clavada en la espalda. 
De nuevo, intentó zafarse de la mano de Gendry, está vez usando toda la fuerza que poseía.

A Eddard no le dio tiempo a reaccionar, la flecha había alcanzado uno de sus pulmones y apenas lograba respirar con normalidad. Pronto lo sintió, la presencia de alguien más y cuatro pares de ojos puestos en su persona.

El sonido de las pisadas es lo único que acompañaba su apresurada carrera hasta llegar a la espalda del gran Eddard Stark, señor de Invernalia. Aunque, para ser sinceros, visto de cerca no era tan grande ni tan fiero como dicen. Sobre todo si llevaba una flecha atravesándole el cuerpo.

Sacó una daga de acero valyrio de su capa, y rebana su garganta sin perder ni un segundo en el proceso, notando el brotar de su sangre que salpicó sus dedos y sus manos. Una sangre caliente y roja, que impregnó el aire con su característico hedor.

- Un placer, Lord.- Dijo cuando el cuerpo cayó inerte a sus pies.

Con la daga en mano, se afanó en desprender la cabeza del tronco, ya que ese es el requisito principal de la misión que se le había encomendado: La cabeza de Lord Eddard Stark. Una vez la tuvo entre sus manos, miró alrededor en busca del resto de personas que viajaban con el señor, pero no vio a nadie además del cadáver de su compinche y de la estúpida septa. Por lo que decidió huir del lugar a toda prisa, sin poder evitar lucir una sonrisa en su rostro encapuchado.

Gendry mantuvo a las niñas ocultas en los arbustos mientras en apenas un minuto, todo sucede. En un abrir y cerrar de ojos, Eddard yacía decapitado en el suelo, encima de un charco de espesa sangre roja, y su asesino huía del lugar cabeza en mano.

- ¡PADRE!- Grita la joven dama antes de desvanecerse, cayendo al suelo con las manos en sus ojos.

Sansa no tardó en ponerse a sollozar, pero Arya no se conforma con ello, sino que se lanzó fuera de los matorrales blandiendo a Aguja como si verdaderamente fuera una danzarina del agua. Dio un salto y volvió a tomarla del brazo, atrayéndola de nuevo hacia el follaje con todas sus fuerzas.

- No sabes cuántos más puede haber ahí fuera.- Le susurró posando su mirada sobre sus vidriosos ojos, deseosos de verter las lágrimas que contenían, pero demasiado orgullosos para hacerlo.

Arya forcejeó con Gendry, incluso mordió su mano para que la soltara, pero no pudo evitar el desastre. Cuando el asesino abandonó el camino con la cabeza de su padre, la joven Stark se soltó del herrero.

- ¡Déjame! ¡Tú no entiendes qué es esto!- Le gritó, como si él hubiera sido el culpable de todo.

Corrió hacia el cuerpo del señor del Norte y tomó su mano, aun permanecía cálida. Y junto a su cuerpo, juró vengarse de los hombres que le habían hecho eso a él. Se puso en pie y tomó su espadón entre sus manos de niña. Era muy pesado para ella, pero no le dio importancia. Porque ella no era una dama como Sansa, era una loba.

- No tenemos tiempo que perder, debemos irnos de aquí.- Dijo agarrando de nuevo a Arya.

No podían llegar a la posada por el Camino Real, era demasiado peligroso. Lo mejor sería ir en dirección noreste, por los bosques, para llegar así dando un rodeo, a la encrucijada. Donde encontrarán fuego, comida, protección y calma.

Gendry era incapaz de creerse lo que había sucedido, pero aún así, se hizo acopio del valor suficiente como para conducir a las niñas a través del bosque, sin perder de vista nunca su retaguardia por los posibles enemigos, y el cielo para poder orientarse a través de las estrellas, que de pronto parecían brillar como nunca antes lo habían hecho.

viernes, 8 de agosto de 2014

Exploración más allá del Muro.

Para este rol se requieren a una serie de personajes con cierta urgencia: Green, Pyp, Lord Comandante Mormont, Alliser Thorne y dos salvajes (que serán roles ocasionales). El rol se dará el día 19 de Agosto a las 21:00 hora española.

Un pequeño grupo de exploradores formado por Jon Nieve, Green, Pyp, Lord Comandante Mormont y Alliser Thorne se embarcan en una expedición hacia la casa de Craster, más allá  de El Muro con la intención de recabar datos acerca de las desapariciones de los salvajes de las aldeas próximas al Muro. El rol dará comienzo cuando los personajes estén cabalgando en las cercanías de la casa de Craster, a apenas unas horas de esta. A la orden del Comandante, pararán a hacer un breve descanso y se toparán con un par de salvajes que estaban escondidos entre los árboles. Será Green quien los aviste cuando vaya a orinar tras unos arbustos. Tras una lucha no demasiado complicada y después de acabar con uno de los salvajes, su compañero se rendirá. Los cuervos retomarán el camino de vuelta al Muro de nuevo, con la idea de llevar hasta allí al rehén y hacerle confesar cuáles son los propósitos de Mance Rayder al reunir a los salvajes.

martes, 5 de agosto de 2014

Ataque a Eddard Stark.



#SpanishGoTFakes abre sus puertas con un rol bastante relevante para nuestra futura trama: El asesinato de Lord Eddard Stark, señor de Invernalia. Para este, requerimos a varios personajes: Arya, Sansa, Eddard y Gendry. También a. la septa Mordane y dos asesinos que serán personajes ocasionales. De estos, ya solo nos hacen falta (con bastante urgencia) a Sansa, y algún usuario que se preste para llevar el papel de uno de los asaltantes y de la septa Mordane. El rol se dará el día 13 de Agosto, coincidiendo con la fecha de inicio de SpanishGoTFakes, a las 21:00 hora española.

El rol consistirá en lo siguiente: Eddard, Arya, Sansa, la septa Mordane y Gendry se encontrarán cabalgando hacia Invernalia tras su reciente salida de Desembarco del Rey. Un puñado de hombres de Stannis los escoltaron hasta el Cuello, pero una vez allí, se vieron obligados a abandonarlos debido a que un mensajero les avisó de que tenían que acudir de inmediato a una aldea cercana, ya que allí una panda de salvajes se estaba dedicando a violar y saquear a los ciudadanos. Eddard se ofreció a acompañarlos incluso, para mostrar así su lealtad al nuevo rey, mas los soldados se lo impidieron, ya que no querían que el Señor de Invernalia sufriera daño alguno. 

Una vez solos, no recorren siquiera una milla cuando son asaltados por cuatro encapuchados que tras atrapar a la Septa Mordane y a Sansa y amenazarlas con una daga bajo sus gargantas, obligan al resto a deshacerse de sus armas. Arya no se conforma con la situación, por lo que cuando los encapuchados dejan de amenazar a su hermana y su septa, se deshace del que la sujeta a ella, y el resto aprovecha para armarse de nuevo y comenzar una batalla.

En la pelea, Gendry arrastra a Sansa hacia unos matorrales, lejos de la vista de los asaltantes y vuelvo a seguir combatiendo. Eddard le ordena que se lleve lejos a Arya y a la septa cuando tan solo quedan dos encapuchados en pie. Gendry, pese a las quejas de Arya, lo hace. Pero lamentablemente la septa es herida de muerte cuando escapaba. Eddard Stark, tras acabar con uno de los enemigos restantes, cae abatido en un charco de sangre mientras Gendry se disponía a ir a socorrerlo, pero tras ver su cuerpo inerte, decide huir con las niñas. El asaltante, en lugar de perseguirlos, corta la cabeza a Eddard y se marcha de la escena.




lunes, 4 de agosto de 2014

Afiliaciones.

Si deseas afiliarte a #SpanishGoTFakes, pon uno de nuestros banners en tu blog/tumblr/foro. A cambio, puedes darnos vuestro banner para nosotros añadirlo al nuestro.

Tienes tres banners a elegir:


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domingo, 3 de agosto de 2014

Bienvenidos.



Bienvenidos a #SpanishGoTFakes, un lugar donde podrás revivir las aventuras sucedidas en Canción de Hielo y Fuego que toma forma en Twitter. Nuestra trama se basa el primer libro de Canción de Hielo y Fuego y parte del segundo (que corresponde con la primera temporada de la serie Juego de Tronos y la mitad aproximada de la segunda), tras ello, ningún suceso corresponde con los acontecimientos que se relatan en los libros ni en la serie, por lo que no encontrarás ningún spoiler, con excepción quizás de pequeños detalles que no son demasiado relevantes. Para poder disfrutar como es debido del rol, deberías echar un vistazo a las normas de este. También, si quieres saber más sobre nosotros y la trama que tenemos entre manos, debes leer nuestra historia y navegar por el resto del rol. Si tienes alguna duda, no dudes en consultarnos a través de nuestra cuenta oficial en Twitter (@SpanishGoTFakes) o bien mandarnos un email a: spanishgotfakes@gmail.com. 

Historia.


Nuestra trama toma forma utilizando el primer libro de Canción de Hielo y Fuego y la mitad del segundo (que corresponde con la primera temporada de la serie Juego de Tronos y la mitad de la segunda), a partir de ahí, ningún suceso corresponde con los acontecimientos que se relatan en los libros ni en la serie, por lo que no encontrarás ningún spoiler, con excepción quizás de pequeños detalles que no son demasiado importantes.

Los Siete Reinos

El Muro

El Este. Essos.

Los Siete Reinos.

Robb Stark y Jon Nieve, el hijo bastardo de Eddard Stark, descubren al lado del cadáver de una hembra de lobo huargo, cinco cachorros juntos y un sexto cachorro apartado por ser totalmente blanco, que son confiados a los cinco hijos legítimos de Eddard y a su bastardo.

Después de la muerte de Lord Jon Arryn, anterior "Mano del Rey", el rey, Robert Baratheon, visita a Eddard en Invernalia. Robert guarda aún la confianza que le profesaba a su viejo amigo,  por lo que le pide a Eddard que ostente el cargo que dejó Jon al fallecer, es decir, convertirse en la nueva Mano del Rey. Eddard acepta, en contra de sus instintos, y al mismo tiempo promete a su esposa, Lady Catelyn Stark que va a investigar la muerte de la Mano anterior, Jon Arryn.

Antes de que los Stark viajen hacia Desembarco del Rey en el Sur, el hijo de Ned Stark, Bran, ve a Cersei Lannister Baratheon, esposa del rey, cometer incesto con su hermano gemelo Jaime Lannister, quien lanza rápidamente a Bran al percatarse de su presencia desde una torre con la esperanza de ocultar el secreto. Bran sobrevive a la caída, pero entra en un estado de coma. Durante su recuperación, un asesino intenta matarlo, sólo para encontrarse con Catelyn, que se ha negado a separarse de su lado. El huargo de Bran le salva la vida, así como la de Catelyn, matando al asesino. Catelyn se da cuenta de que su marido se enfrenta a peligros en Desembarco del Rey, por lo que viaja allí de incógnito en barco para advertirle, dejando a su hijo mayor Robb Stark para gobernar Invernalia. No mucho después de la partida de Catelyn, Bran despierta de su coma como un parapléjico y sin recordar cómo cayó. Él permanece en Invernalia, junto con su hermano mayor Robb y su hermano menor Rickon.

Mientras tanto, Lord Eddard viaja hacia Desembarco del Rey llevando consigo a sus hijas Sansa y Arya. Sansa está prometida al hijo de Robert, Joffrey, el heredero aparente. En Desembarco del Rey, Eddard asume las funciones de Mano del Rey y la sentencia de Poniente, ya que Robert es famoso por su poco interés en la gobernanza.

A la llegada de Catelyn a Desembarco del Rey, es llevada a una reunión secreta con Petyr Baelish, conocido como Meñique, un amigo de la infancia y admirador suyo, convertido en Tesorero de Desembarco del Rey. Él identifica a Tyrion Lannister, el hermano enano de Cersei y Jaime, como el propietario de la daga utilizada en el atentado contra la vida de Bran. Durante el viaje de vuelta a Invernalia, Catelyn encuentra a Tyrion, regresando del Muro, y lo toma cautivo. Catelyn decide cambiar de rumbo y, en vez de volver a Invernalia, lleva a Tyrion al Nido de Águilas, que su hermana, Lady Lysa Arryn, controla como Señora de El Valle. Lysa culpa a los Lannister de la muerte de Jon, su marido, y está dispuesta a ejecutar a Tyrion, pero él exige un juicio por combate y recupera su libertad cuando Bronn, su guerrero contratado, gana el duelo. En represalia por el secuestro de Tyrion, el padre de Tyrion, Lord Tywin Lannister, jura guerra. Por ello, al poco tiempo se une a su hijo Jaime, quien se ha enfrentado a Eddard en Desembarco del Rey, matando a varios de sus hombres y paralizando a Eddard, huyendo inmediatamente después de la ciudad.

Eddard descubre, tal y como el asesinado Jon Arryn había descubierto antes que él, que los herederos legales de Robert, de hecho, son hijos de Jaime Lannister y de su hermana. Eddard se enfrenta a Cersei y le ofrece la oportunidad de escapar de Desembarco del Rey antes de que él le diga a Robert la verdad, pero Robert es herido mortalmente en una cacería y Eddard no puede soportar la idea de decirle a Robert la realidad sobre sus supuestos hijos mientras yace en su lecho de muerte. Como Robert se está muriendo, su hermano pequeño Renly sugiere a Eddard que deben usar sus guardias de hogar combinados para detener a Cersei y a sus hijos y tomar el control del trono durante la noche, antes de que los Lannister puedan actuar. Eddard se niega, pues lo considera un acto deshonroso. Renly huye de Desembarco del Rey con los guardias leales a la Casa Baratheon. Eddard recluta a Meñique para tener a los guardianes de la ciudad arrestados y cargan contra Cersei, pero Eddard es traicionado por Meñique, lo que da como resultado el arresto de Eddard, la muerte de todos sus hombres y la captura de Sansa.

(A partir de aquí comienza nuestra historia propia. Los personajes pertenecen al universo de Martin, pero todos los sucesos que se describen a continuación y que poco a poco se irán desarrollando dentro del rol, no pertenecen a este)

Sansa y Arya son capturadas por la Guardia Real y estos las mantienen presas junto a su padre en Desembarco del Rey.

Stannis y Renly Baratheon, ansiosos de poder, llevan a sus huestes hasta las puertas de Desembarco del Rey. Como hermanos del antiguo monarca, ambos se disputan el reino en una lucha encarnizada bajo la atenta mirada del reciente coronado Lannister, Joffrey, tras las seguras murallas de la ciudad. Stannis, con la fiel ayuda de Melisandre de Asshai y sus artes oscuras, consigue asesinar a Renly y penetrar rápidamente en la ciudad con la ayuda de Altojardín, que se hacen fieles a él. En cuanto se apodera de la Fortaleza Roja, amenaza al joven monarca dándole a elegir entre morir sentado en el Trono de Hierro, o a servir en la Guardia de la Noche el resto de su vida. Joffrey se decide por esto último, coaccionado por las súplicas de su madre.

Stannis Baratheon se hace así con el trono. Además, antes de desterrar a los Lannister y sus leales, que todavía se encontraban en Desembarco del rey, tomó como pupilos a Myrcella y a Tommen para asegurarse que el abuelo de estos no intentara volver a conquistar la ciudad.

Lord Tywin Lannister, junto con sus hijos Jaime y Tyron se encontraban formando a sus ejércitos en Roca Casterly cuando la rápida colonización de Desembarco del Rey se produjo, por lo que les fue imposible partir en la ayuda de Joffrey. Herido en su orgullo de león, Tywin continúa hoy por hoy reuniendo y formando a sus huestes cerca de Lannisport para, según se rumorea, volver a conseguir el trono.  Mas esto son solo rumores.

Eddard, Sansa y Arya Stark son liberados cuando Stannis llega al trono. El puesto de la Mano del Rey ha pasado a Melisandre de Asshai , por lo que ya no hay nada que retenga a Ned en Desembarco del Rey y decide volver a Invernalia acompañado de sus hijas, la septa Mordane y el bastardo del fallecido Robert Baratheon, Gendry. A este último lo acoge como pupilo con el objetivo de demostrar lo que Jon Arryn no pudo: la relación incestuosa que ha supuesto el nacimiento de Joffrey, Tommen y Myrcella Lannister entre Jaime y Cersei.

Mientras tanto, Catelyn Stark se encuentra en el Nido de Águilas junto a Ser Rodrik Cassel, visitando a su hermana, la mujer del fallecido Jon Arryn, Lysa Tully y a su enfermizo hijo, Robert Arryn Tully.

En Invernalia, Robb se encarga de suplir el cargo de su padre, como señor del Norte, hasta la llegada del mismo, cuidando también de sus hermanos menores, Brann y Rickon.

En Dorne, las revueltas se acentúan con el paso de los días. Las Serpientes de Arena junto a su padre, la Víbora Roja, desean abrir una guerra contra los Lannister, ahora que se encuentran despojados de su antiguo poder. Sin embargo, el príncipe Doran Martell se mantiene impasible en su decisión de mantener la paz del rey, al menos por el momento.

Tras la muerte de Renly Baratheon, Margaery Tyrell, esposa del fallecido, se encuentra en una encrucijada, pues la mayoría de su familia, sin contar a su hermano son leales a la casa Baratheon, por lo tanto decide huir junto a Ser Loras Tyrell hacia Altojardín para posteriormente partir hacia Roca Casterly para unirse a la causa de los Lannister.

El Muro.

El Muro es una antigua barrera de 700 pies de altura, 300 millas de largo de hielo, piedra y magia antigua que protege los Siete Reinos desde el Norte. Está vigilado por la orden de la Guardia de la Noche. Los hombres de la Guardia de la Noche (apodados "cuervos") dan un juramento para servir en el Muro de por vida, renunciando al matrimonio y visten ropa teñida sólo en negro.

En las tierras sin ley al norte de la pared, una pequeña patrulla de cazadores de la Guardia de la Noche conformados por Gared, Ser Waymar Royce y Will, encuentran a los Otros, una raza antigua que se creía extinguida. Todos los cazadores son asesinados, excepto un solo sobreviviente (Will, que huye al sur, llegando a ser el desertor a quien Ned ejecuta en el inicio de la historia).

Jon Nieve, el hijo bastardo de Lord Eddard y despreciado por Catelyn, está inspirado por su tío, Benjen Stark, el primer guardabosques de la Guardia de la Noche, a "vestirse el negro" e ir al Muro para unirse a la Guardia.

Jon, al ser muy hábil con la espada, esperaba la asignación a los cazadores, el brazo militar de la Guardia de la Noche. Sin embargo, es asignado como mayordomo del Señor Comandante de la Guardia, Jeor Mormont, apodado "el Viejo Oso". Mientras tanto, Benjen Stark lidera un pequeño grupo de exploradores de patrulla más allá del Muro, pero no regresa. Casi seis meses después, los cuerpos de dos de los cazadores de la partida de Benjen se recuperan de más allá del Muro, y sus cadáveres se reaniman como espíritus en la noche. Sin dejarse intimidar por las heridas de espada, los espectros matan a seis hombres, excepto a Jon y su lobo huargo, Fantasma, y a Lord Comandante Mormont mediante la destrucción de uno de los espíritus con fuego.

El Este.

Al otro lado del mar en la ciudad libre de Pentos, Viserys Targaryen vive en el exilio, con su hermana Daenerys. Él es el hijo y único heredero varón sobreviviente de Aerys II Targaryen , "el Rey Loco", que fue derrocado por Robert Baratheon durante la Guerra del Usurpador. Los Targaryen gobernaron Poniente como los señores dragones durante 300 años aproximadamente, pero sus dragones y poder ahora se han perdido.

Viserys negocia un contrato de matrimonio y desposa a su hermana con Khal Drogo, un señor de la guerra de los guerreros nómadas a caballo Dothraki, a cambio del uso del ejército de Drogo para reclamar el Trono de Hierro del Poniente para la Casa Targaryen. El rico comerciante, Magister Illyrio, que ha sido anfitrión de Viserys y Daenerys, da un regalo de bodas a Daenerys de tres huevos de dragón petrificados. Un caballero exiliado de Poniente, Ser Jorah Mormont (hijo de Jeor Mormont, Lord Comandante de la Guardia de la Noche), se une a Viserys como asesor.


Viserys siempre fue un engreído, y a pesar de que Khal Drogo le había prometido su ejército, el “rey mendigo” siempre fue altamente impaciente. Finalmente, esto acaba por desembocar en su muerte a manos del esposo de Daenerys. Como el último Targaryen, Daenerys ocupa el lugar de su hermano para reclamar el Trono de Hierro de Poniente.


Un asesino que busca el favor de Rey Robert intenta, sin éxito, envenenar a Daenerys y a su hijo próximo a nacer. Enfurecido, Drogo se compromete a invadir Poniente para buscar venganza. Mientras saquea pueblos para financiar la invasión, Drogo es herido. Su salud se agrava por la herida y Daenerys manda una maegi (bruja de sangre) cautiva a usar la magia de sangre para salvarlo; la traidora maegi sacrifica a Daenerys al poder del hechizo, que mantiene a Drogo vivo pero en un estado vegetativo.

A medida que la multitud se disuelve sin líder Dothraki, Daenerys se apiada de su marido y lo ahoga. Ansiosa de venganza, ella ata a la maegi a la pira funeraria de Drogo y coloca sus tres huevos de dragón en la pira del khal. Mientras mira arder, Daenerys es seducida por la belleza de las llamas y entra en ellas. En lugar de perecer, sale indemne y con tres dragones recién nacidos envueltos alrededor de ella. Como un verdadero Targaryen, ella sospecha que es inmune a las llamas. 
Los pocos Dothraki que quedan y Ser Jorah juran su lealtad a ella como La Madre de Dragones. 


Tras la muerte de su Khal, Daenerys pierde a gran parte de su khalasar quedando tan solo con un centenar de hombres. Estos, tras atravesar el desierto rojo con gran dificultad y muchas bajas, se asienten en una ciudad que yace muerta ante ellos: Vaes Tolorro. Entre sus muros, Danny entrenará a sus dragones con la ayuda de sus fieles, para que estos crezcan fuertes, mientras elabora planes para conquistar lo que le pertenece por derecho: El Trono de Hierro.

Casa Baratheon.


Nacida durante la Guerra de la Conquista, la Casa Baratheon es la que con más retraso apareció de las Grandes Casas. 

Su fundador fue Orys Baratheon y, atendiendo a los rumores del pueblo llano, se creía que era hermano bastardo de Aegon del Dragón. De hecho, fue precisamente este quien le ofreció tierras, el Castillo de Argilac y a su hija, como recompensa por sus actos de valía que hicieron caer a Argilac el Arrogante, el último Rey Tormenta. Orys se casó con aquella chica.

El blasón de la casa consiste en un venado coronado, de sable sobre oro. Aunque el Rey Stannis lo modificó, añadiendo el corazón con fuego, símbolo de R'hllor: 


Su lema: “Nuestra es la Furia”. Los componentes de la casa Baratheon son el Rey Stannis Baratheon, su esposa Selyse Florent y la hija de ambos, Shireen. Casas aliadas de Bastión de Tormentas: Selmy, Wylde, Trant, Penrose, Errol, Estermont, Tarth, Swann, Dondarrion y Caron. Casas aliadas de Rocadragón: Celtigar, Velaryon, Seaworth, Bar Emmon y Sunglass.

Casa Greyjoy.


 Según cuentan las leyendas, Los Greyjoy de Pyke son descendientes del Rey Gris de la Edad de los Héroes. El Rey Gris, no solo gobernó las islas occidentales, sino también el propio mar, y según se dice, tomó a una sirena como esposa. Durante miles de años, los corsarios de las Islas del Hierro, los “hombres de hierro”, fueron el terror de los mares, y llegaron incluso al Puerto Ibben y las Islas del Verano. Casa isla tenía su “rey de la sal” y “rey de la roca”. El Rey Supremo de las Islas se elegía entre ellos, hasta que el rey Urron convirtió el trono en hereditario al asesinar a los demás reyes cuando se reunieron para celebrar una elección. Los Urron perecieron un milenio después, cuando los ándalos invadieron las islas. Los Greyjoy, al igual que otros señores de las islas, se mezclaron con la sangre de los conquistadores. Los Reyes de Hierro extendieron su poder mucho más allá de las islas del Hierro. Su soberano, Qhored, fue uno de los Reyes más poderosos de todos los tiempos, mas su descendencia fue en decadencia. Durante las Guerras de Conquista, el rey Harren el Negro gobernaba todas las tierras entre las montañas, desde el Cuello hasta el río Aguasnegras. Cuando Harren y sus hijos perecieron durante la caída de Harrenhal, Aegon Targaryen entregó las tierras del río a los Tully y permitió que los señores sobrevivientes de las Islas de Hierro retomaran su antigua tradición y eligieran al que debía ostentar la primacía entre ellos. Eligieron a Lord Vickon Greyjoy de Pyke. Su blasón es un kraken dorado sobre negro, tan oscuro como la misma profundidad de los mares donde estos temibles seres habitan:


El lema de los Greyjoy es: “Nosotros no sembramos”. Los integrantes de la casa Greyjoy son Balon Greyjoy y sus dos únicos hijos que aún viven: Asha y Theon. Casas que han jurado lealtad: Harlaw, Stonehouse, Merlyn, Sunderly, Botley, Tawney, Wynch y Goodbrother.

Casa Lannister.


Todos los miembros de la casa Lannister reúnen una serie de características comunes, que los hace ser reconocibles fácilmente: poseen un cabello rubio que no tiene nada que envidiar a la plata en cuanto a su brillo, son altos y apuestos, llevan en las venas la sangre de los aventureros ándalos que erigieron el poderoso reino de las colinas y valles de occidente.

Según las leyendas, provienen de Lann el Astuto, el legendario embaucador de la Era de los Reyes. Es la casa más adinerada que existe, sus arcas de Roca Casterly y Colmillo Dorada se encuentran rebosantes de oro.

Su blasón es un león dorado sobre un color rojo vivo:


Su lema es: "¡Oye mi rugido!".

Los integrantes de la casa Lannister son Lord Tywin Lannister y su difunta esposa, Lady Joanna. Ser Kevan y Genna, hermanos de Tywin. Cersei, Jaime y Tyrion, hijos del matrimonio Lannister. Y Joffrey, Myrcella y Tommen frutos de la relación incestuosa entre Cersei y Jaime Lannister.

Casas aliadas: Prester, Crakehall, Marbrand, Lydden, Lefford, Serret, Swyft, Westerling, Payne, Banefort, Broonn y Clegane.


Casa Stark.


La casa Stark es tan antigua como el Invierno. Se remonta a la era de Brandon el Constructor y los antiguos Reyes del Invierno, momento histórico en el que las leyendas prevalecen más que los propios hechos que se produjeron.

Fueron los gobernantes del Norte e Invernalia durante miles de años, hasta que Torrhen Stark, se arrodilló ante Aegon el Dragón, jurándole fidelidad para no tener que presentar batalla.

Su blasón es un lobo huargo gris sobre plata helada:



Su lema es: "Se acerca el Invierno".

Los integrantes de la casa Stark son Lord Eddard Stark y su esposa, Lady Catelyn Stark. Sus cinco hijos: Robb, Sansa, Arya, Brandon y Rickon. Y Jon Nieve, el hijo bastardo de Lord Stark.

Casas aliadas: Bolton, Glover, Mormont, Cerwyn, Hornwood, Umber, Karstark, Tallhart, Manderly, Flint y Reed.

Casa Targaryen.


Los Targaryen son de la sangre del dragón, descendientes directos de los supremos señores del antiguo Feudo Franco de Valyria.

Todos los miembros de esta antigua casa se caracterizan por presentar unos rasgos comunes: una belleza estremecedora, algunos afirman que incluso inhumana, ojos color lila, índigo o violeta, y cabello de oro plateado o de un blanco cercano a la tonalidad de la mismísima nieve del Norte. 

Los antepasados de Aegon el Dragón escaparon de la maldición de Valyria y al caos o masacre que la siguieron, para establecerse en Rocadragón, una isla rocosa en el mar Angosto.Desde ahí partieron Aegon y sus hermanas, Visenya y Rhaenys, para conquistar los Siete Reinos. 

La Casa Targaryen ha seguido desde que existe la tradición Valyriana de casar a hermanos entre sí, con el propósito de mantener la sangre real pura, y que no se viera marchada por otros linajes. El propio Aegon tomó a sus dos hermanas por esposas y tuvo hijo con ambas.

La línea sucesoria de los reyes dragón terminó cuando Aerys II fue destronado y asesinado a manos de Jaime Lannister junto con su heredero, el príncipe de la corona Rhaegar Targaryen, asesinado por Robert Baratheon en el Tridente.

El estandarte de los Targaryen es un dragón de tres cabezas, rojo intenso sobre negro. Las tres cabezas representan a Aegon y a sus hermanas:





El lema de tan antigua y pura casa es: "Fuego y Sangre".

Daenerys de la Tormenta, Madre de los Dragones, es la última Targaryen viva; junto a Aemon Targaryen, Maestre en la Guardia de la Noche.



Otras.

Casa Arryn.


El linaje de los Arryn es puro y noble, proceden de los Reyes de la Montaña y el Valle, un antiguo linaje de los Andal. Los Arryn son y han sido siempre los señores del Valle y el Nido de Águilas.

Su blasón es una luna y un halcón de plata sobre azul oscuro:


El lema de los Arryn es: "Tan Alto como el Honor".

Los integrantes de la casa Arryn son, el ya fallecido Jon Arryn, antigua Mano del Rey Robert I; su esposa Lady Lysa Tully de Arryn y su hijo enfermizo, Lord Robert Arryn Tully.

Casas aliadas: Royce, Baelish, Egen, Waynwood, Hunter, Redfort, Corbray, Belmore, Melcolm y Hersey.


Casa Martell.


Lord Mors Martell contrajo matrimonio con Nymeria, la reina de la guerra de Rhoyne, en los territorios de Dorne. Ambos, derrotaron a los rivales de la casa Martell y gobernó todo Dorne. La influencia de los rhoynar, sigue siendo aún muy fuerte. Por ello, los gobernantes de Dorne usan el título de "príncipe", en lugar del de "rey". Según dictan las leyes de Dorne, las tierras y los títulos pasan al descendiente primogénito, no al hijo varón de más edad. 

Dorne es el único de los Siete Reinos que no fue conquistado por Aegon el Dragón. Pero, sin embargo, los Martell se caracterizan por ser pacíficos. El rey Daeron II logró éxito donde los guerreros habían fracasado: se casó con Myriah, la princesa de Dorne, y dio a su hermana en matrimonio al príncipe reinante de Dorne.

El blasón de los Martell es un sol rojo, atravesado por una lanza dorada:


Su lema es: "Nunca Doblegado, Nunca Roto".

Los integrantes de la casa Martell son Doran Nymeros Martell, su esposa Mellario de Norvos y sus hijos: Arianne, Quentyn, Trystane y Oberyn. La princesa Elia también era hija de Doran y Mellario, recordemos que fue asesinada por Ser Gregor Clegane, "La Montaña".

Casas aliadas:Jordayne, Santagar, Allyrion, Toland, Yronwood, Wyl, Fowler y Dayne.


Casa Tully.


Ningún Tully se ha hecho jamás con el Trono de Hierro, ni tampoco ha establecido monarquía propia, mas no por ello son menos influyentes y poderosos. De hecho, dominaron ricas tierras y el gran castillo en Aguasdulces durante mil años.

Durante las Guerras de la Conquista, las tierras del río pertenecieron a Harren el Negro, rey de las Islas. Sus linaje le había arrebatado el Tridente a Arrec, el Rey de la Tormenta, décadas atrás. Harren el Negro era un tirano sanguinario, cruel y fatuo, por lo que no era muy querido por sus súbditos, y muchos decidieron abandonarlo para unirse a las hordas de Aegon. De ellos, el primero fue Edmyn Tully de Aguasdulces. Cuando Harren y su dinastía murieron en el incendio de Harrenhal, Aegon recompensó a los Tully otorgando a Lord Edmyn el dominio de las tierras del Tridente y haciendo que los demás señores del río le juraran lealtad.

El blasón de los Tully es una trucha que salta, en plata, sobre ondas de agua, de azul y rojo intensos:



Su lema es: "Familia, Deber, Honor".

Los integrantes de la casa Tully son Lord Hoster y su fallecida esposa, Lady Minisa Whent, Ser Brynden Tully, "Pez negro"; y sus hijos: Edmure, Lysa y Catelyn.

Casas aliadas: Frey, Mallister, Bracken, Blackwood, Whent, Darry, Ryger, Piper y Vance.


Casa Tyrell.


Los Tyrell ascendieron al poder gracias a ser los mayordomos de los Reyes del Dominio, que poseían las fértiles llanuras al suroeste de las fronteras de Dorne y el río Aguasnegras, hasta las orillas del mar del Poniente. Cuando el Rey Mern, el último de su linaje, pereció en el Campo de Fuego, su mayordomo Harlen Tyrell rindió Altojardín ante Aegon Targaryen, jurándole fidelidad. Aegon le garantizó el castillo y el mando sobre el Dominio.

Según las leyendas, descienden de Garth Manosverdes, el rey jardinero de los primeros hombres, que vestía una corona de flores y viñas, y hacía florecer los campos.

El blasón de los Tyrell consiste en una rosa dorada sobre verde:


Su lema es: "Crecer fuerte".

Los integrantes de la Casa Tyrell son Lord Mace Tyrell y su esposa, Lady Alerie Hightower. La madre de Mace, Lady Olenna Redwyne. Y sus hijos: Willas, Ser Garlan, Ser Loras y Lady Margaery.

Casas aliadas: Vyrwell, Florent, Oakheart, Hightower, Grane, Tarly, Redwyne, Rowan, Fossoway y Mullendore.